
Sentí el instinto de escapar, pero ya había empezado a hundirme en ese ambiente ceniciento, presa de tus manos, firmes como el mármol. Entre prenumbras caimos abandonados a la ingravidad del espacio ad infinitum. Convertidos en un cuadro perpetuo, con trazos precisos y colores abstractos, toda una gama de grises derramada sobre los dos; gris-sábana, gris-humo, gris-luz.
Suspendidos en ese no-lugar donde no se alcanza a comprender, estuvimos a punto de quebrarnos contra el suelo. Inevitablemente, la estricta ley de la gravedad acabó por imponerse en nuestro desordenado no-mundo. Perdiendo el equilibrio perdimos también la no-cuenta de los días y las noches, y empezamos a no-entender nuestro inentendible desorden.
En un intento desarraigado volvimos a zafarnos como náufragos a la deriva, por un mar difuminado y con pretensiones de tormenta.
y al final...
2 comentarios:
Precioso, pequeña.
precioso(LL..
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