Me anticipo
a lo que tú podrías haber dicho.
La solución nunca será
demasiado clara,
un par de tequilas,
universos semánticos abiertos
o la firme certeza
de que las palabras bonitas*
en sintaxis complicadas
se acaban reduciendo
a simples fonemas
algo guturales.
1 comentario:
Todo es muy simple en realidad. Las palabras son el pijama de lo que se piensa.
Muá :-)
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