jueves, 14 de mayo de 2009


Me anticipo
a lo que tú podrías haber dicho.
La solución nunca será
demasiado clara,
un par de tequilas,
universos semánticos abiertos
o la firme certeza
de que las palabras bonitas*
en sintaxis complicadas
se acaban reduciendo
a simples fonemas
algo guturales.

1 comentario:

Silvia dijo...

Todo es muy simple en realidad. Las palabras son el pijama de lo que se piensa.


Muá :-)