viernes, 10 de abril de 2009




Empezábamos a creernos invencibles


Apoyados en la barra.


No sonaba local hero


Y bebíamos cubatas


En vez de cubalibres.


Al principio fue la noche


Y después algo de neón.


En medio del humo


De tus cigarros


El Oboe se disfrazó de Paraíso


Para que tú me besases


Con la escusa perfecta


De que era una lady writer


(Aún no conocías


A ninguna jersey girl


Para etiquetarme).


Después de aquello


No sonó Romeo and Juliet


Pero acabamos igual de desnudos


Y de muertos.


La banda sonora de nuestra vida


Nunca cabrá en un disco


Como tampoco podremos escribir


Una historia de amor


En un guión de cine independiente.


Ya no hay estrellas fugaces


Ni water of love o manantiales,


Cualquiera podría conseguir ser


La musa perfecta


Para un artista de segunda.


El problema viene


Cuando el artista


Es de primera


Y la musa


Apenas se mira al espejo.


1 comentario:

Cristian dijo...

leímos este poema en Antequera. Marta y yo con una sonrisa en los labios.